Cerca vivían dos niños llamados Rey y Reina, para ellos esta guerra entre el sol y la lluvia les parecía algo aterrador, pues ambos eran amigos del sol y la lluvia y les encantaba estar en ambos mundos, pero al pasar el el tiempo, el bosque se fue convirtiendo en temporadas largas humedo y en otras hacia mucho calor y se tornaba seco.
Rey y Reina se propusieron hablar con la lluvia y el sol, pues pensaron en lo difícil que era sobrevivir en un mundo húmedo, o en un mundo seco, por tiempos prolongados, puesto que los arboles, las plantas y los animales, necesitan de agua y sol para que crezcan sanos y salvos; hablaron con el sol y la lluvia.
- Sol debes de ir al mundo de la lluvia a menudo, para que lo bañes con tus rayos de sol mas seguido y para que a su vez le brindes vida a los seres vivos y las plantas. Pero el sol no quería estar en otro mundo, solo el suyo.
Intentaron hablar con la lluvia, le explicaron que debía ir al mundo del sol a llevar un poco de lluvia, para que no se terminara secando, pero no mostró ningún interés, no quería estar en el mundo del sol.
Dijo la lluvia: El sol solo me visita cada año y yo también lo visito después de que él viene.
Rey y Reina se fueron tristes a casa, pasaron y pasaron los días y descubrieron que todo seguía igual, la lluvia y el sol aun no lograban ser amigos y en cada mundo en aquel bosque todo estaba muriendo y acabando, en el mundo del sol todo estaba seco, no hay plantas y todos mueren de sed, en el mundo de la lluvia todo esta empantanado y no pueden crecer las plantas y flores.- Esto no puede seguir así. dijo Reina.
Se les ocurrió una brillante y mágica idea, con sus grandes poderes Rey y Reina pintaron un arcoíris real, que les serviría de unión a la lluvia y el sol y así día tras día estarían juntos, alimentando el mágico bosque de alazca, dando vida a las plantas, las flores y los animales.
Pintando aquel arcoíris sintieron sensaciones distintas en cada color, al pintar el color rojo se trasladaron a un mundo lleno de frutos rojos rellenos de chocolate, pasearon por aquel mundo, contemplando su belleza, al pintar el color naranja se trasladaron a un desierto, donde no se sintieron muy a gusto, ya que hacia mucho calor y la tierra no tenia vida, al pintar el color amarillo, se trasladaron a un mundo de cubos gigantes, donde habían automóviles amarillos, naves voladoras amarillas, edificios amarillos, todas las personas de ese mundo estaban con ropa amarilla, al pintar el color verde se trasladaron a un mundo de hadas verdes, habían barcos verdes, juegos atractivos verdes, al pintar el color azul se trasladaron a un mundo de nubes volátiles, donde corrieron por cada una de ellas sin caerse, al pintar el color rosa, descubrieron un mundo de chocolates, al pintar el color morado, se trasladaron a un mundo tenebroso, del cual prefirieron salir inmediatamente, exhaustos Rey y Reina terminaron de pintar aquel mágico arcoíris.
El sol y la llovía se asombraron al ver aquella creación y la curiosidad los llevo a caminar sobre el arcoíris y se encontraron entre si, ellos no entendían lo que estaba pasando, pero de repente todo empezó a tomar vida, todo estaba muy bonito, el bosque floreció, el pantano desapareció, los arboles se hidrataron y se llenaron de vida.
El sol y la lluvia no entendían por que ese mágico puente de colores los había unido, de repente aparecieron Rey y Reina y les explicaron.
- Este arcoíris es la unión para ustedes, si son amigos siempre brillarán, y les permitirá ir de un mundo a otro para que compartan lluvia y sol a diario, es necesario, para que sigan existiendo, por que el mundo del sol necesita lluvia y el mundo de la lluvia necesita sol.
El sol y la lluvia estaban encantados con el arcoíris y se dieron cuenta que todo era mejor si eran amigos, desde entonces ambos mundos se visitan y el bosque es uno de los florecidos y hermosos del mundo entero.

Maria Camila Buitrago Sepulveda.
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Semestre I Administración de Empresas.